martes, 3 de noviembre de 2009

Entrevista de la semana - Dread Mar I


No vivo en una nube de paz y amor". La última promesa de la escena local dice que hace reggae más espiritual que "lover". Feligrés del rastafarismo, recuerda sus días de hambre y se propone como un artista con un mensaje: "La música es una misión".

Qué foto, papá!". Un fana de Dread Mar I se cruza con su ídolo en las calles de Constitución y, celular mediante, se lleva un souvenir de recuerdo. "Te escuchamos en la oficina", se despide, emocionado, y se va. Al rato, el cantante dirá: "Cuando alguien me felicita, me da una vergüenza tremenda. No me creo especial, uno tiene que tener mucha autocrítica. No podés decir que tus discos son los mejores del mundo".

Dread Mar I, seudónimo de Mariano Castro (31), es uno de los solistas más convocantes del reggae local, junto a Fidel Nadal. Tras varios años al frente de Mensajeros, se cortó por su cuenta y, en el 2005, editó Jah Guía. "Estaba podrido de que me boicotearan las ideas. Decidí irme, sin saber qué me iba a pasar, y empecé a tener más trabajo. Me acuerdo de que tocamos en Santana, que cuando iba con Mensajeros no lo llenábamos y cuando presenté mi disco, quedó gente afuera. ¡Rarísimo!".

-¿Reggae espiritual? ¿Reggae romántico? ¿Cómo te definís?

-Siento que hago reggae más espiritual que lover. Me toman como un reggae lover, por una manera más directa de escribir, pero Los Cafres o Nonpalidece también tienen muchas canciones de amor. Igual, me encanta la música romántica, como Juan Gabriel, Mark Anthony o Marco Antonio Solís. El rock carece de esos cantantes con gusto.

-Con el lover se ganan más chicas.

-¡Eso seguro! No me cabe duda (risas).

Dread Mar I (los amigos lo llaman "Marian") profesa el rastafarismo y cree en Haile Selassie, el último emperador de Etiopía. Sus canciones son una prédica de amor y fe. "Tuve una revelación en mi corazón, el día que decidí dejarme los dreads en el pelo y hoy veo cosas que antes no veía", explica el músico de Lanús: "Mi pelo está así naturalmente, Dios quiso que lo tenga así. Es una cuestión muy natural, si te crece el pelo, ¿por qué te lo cortás? Yo me lo voy a dejar así hasta que me muera".

-¿El reggae determinó tu compromiso religioso?

-Sí, me acercó a Dios. Con sólo acordarme cuando me levanto que El está, ya me alcanza y me sobra. Por ahí parezco un loco hablando así, no sé, pero Dios no tiene explicación. Lo sentís o no lo sentís. Yo no necesito ir a la iglesia, ni nada. No rezo, prefiero cantar.

-¿No tenés miedo de convertirte en un pastor en tus shows?

-No, no. No estoy todo el día con Dios en la boca, con que vos tenés que ser así o asá. Las canciones las escribo para mí. No pretendo que le hagan bien a la gente o que la haga cambiar. No quiero bajar línea, ni dar sermones. No me hago cargo de eso. Yo canto para mí, para ser mejor persona. Y me cuesta horrores, porque soy más terrenal que nadie, tengo ira y puteo, como cualquiera. Pero yo sé lo que canto, por qué y para quién. A mí me tocó cantar, a vos te tocó ser periodista, ¿entendés? De esa manera me lo tomo. La música es una misión.

-¿Por qué creer en un rey de Etiopía que juzgan como tirano?

-Sí, se cree eso porque fue militar, pero fue el que hizo que no conquisten Etiopía. Hay muchas contradicciones. Lo que tomo de Selassie es que me hizo conocer a Cristo. A mí me sirve para ser mejor persona y para cuidarme. Si a la gente le sirve eso, cualquier cosa en la que crea, bienvenida sea. No importa si creés en Buda, en la música, o en el sol.

Dread Mar I profundizó su mensaje en Hermanos, el segundo disco, entrando en un terreno más social. "Nunca fui rico, he pasado hambre, por eso veo las injusticias bien claras. No pongo la vista en otro lado, no estoy exento a eso. Fue como decirle a la gente: 'Sepan que estoy de su lado'. No vivo en una nube de amor y paz. La gente tiende a meterte en una burbuja, y yo pago las cuentas todos los meses y el auto también se me queda sin nafta, como a todos los demás", grafica. Su último CD, Amor-es, se lo disputaron Warner y Sony/BMG. Al final, lo sacó independiente. "La gente ya no compra lo que le venden, sino lo que quiere comprar. Yo no sueno en la radio, no tengo videos en los canales de música y sin embargo toco todos los fines de semana. Internet es la salvación para el artista independiente".

-¿Por qué pega tanto el reggae en la Argentina?

-Porque desde los '70 hasta fines de los '90 hubo rock, nada más. El camino que abrieron Los Cafres, haciendo un reggae bien tocado, como el de Bob Marley, hizo que cada vez más gente pensara que podía hacerse reggae en castellano. Y así empezó todo. Pero estuvimos muchos años tocando 5 bandas para 100 personas.

-¿Es verdad que empezaste a cantar reggae por Bonetto?

-Guille me enseñó a cantar reggae en castellano, así de corta. Fue un maestro, sin saberlo. Cuando escuché Frecuencia Cafre (1994), no lo pude creer. Reggae de verdad, cantado en castellano, man. Fueron una de las primeras bandas de reggae en castellano en Latinoamérica.

-¿Y Sumo?

-Sumo, para mí, no hacía reggae, qué querés que te diga. Con Los Pericos me pasó lo mismo. No era el reggae tradicional, como el que yo escuchaba siempre, no estaba tan bien tocado. Las bandas nacionales no me enseñaron mucho, hasta que aparecieron Los Cafres.

Dread Mar I se nutre más de la cultura de afuera. "No hago música de la Argentina, hago el folklore de Jamaica. Pero, después de todo, Soda Stereo o Los Redondos tampoco hacían música de acá", reflexiona. Y completa: "Cuando tenía 7 años, mi papá me regaló un walkman con Dark Side of the Moon (Pink Floyd) e Invisible Touch (Genesis). Escuchaba esa clase de discos y buscaba las radios que más música de afuera pasaban. Mi cabeza iba por ahí, no por Fito o Charly. Hoy me gustan muchas bandas, más allá del reggae, como Vampire Weekend, Keane, The Killers. Estoy todo el tiempo tratando de ver lo que va a venir, creo que el músico tiene ese deber. Si no, te quedás en el tiempo".

-¿Cómo te llevás con el rock cristiano?

-No conozco a ninguna banda, no tuve la oportunidad. Sólo escuché discos de Christafari, que es una banda de reggae cristiana. Me parece lo mismo que el rastafarismo, pero con Cristo. De hecho, yo creo en Cristo, eso que quede bien claro. Conocer a Haile Selassie me hizo conocer a Cristo. Y Cristo me hizo conocer a Dios, ésa es mi trinidad. Yo creo en Jah, en Cristo y en Selassie.

lunes, 2 de noviembre de 2009

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